INTERVENCIÓN EN ABUSO SEXUAL INFANTIL

¿Por qué es importante la intervención en Abuso Sexual Infantil?

Desde el equipo profesional de A Carón consideramos que la intervención en abuso sexual infantil es necesaria por varias razones:

• El abuso sexual en la infancia es un fenómeno invisible porque se supone que la infancia es feliz, que la familia es protectora y que el sexo no existe en esta fase de la vida. Sin embargo, es mucho más frecuente de lo que se piensa. Según el Consejo de Europa, 1 de cada 5 menores sufrirá violencia sexual antes de cumplir los 17 años. Cuando hablamos de violencia sexual nos referimos a abuso sexual, pornografía infantil, captación de niños, niñas y adolescentes por Internet, prostitución infantil y corrupción de personas menores de edad. Antes de continuar leyendo, hazte la siguiente pregunta: ¿Cuántos niños conoces? Por estadística, ¿cuántos podrían sufrir abuso?

• Existen varios mitos en relación al abuso sexual infantil que dificultan que se detecte más. Se suele pensar que los agresores son desconocidos, que los abusos solo se dan en clases desfavorecidas o que solo ocurre en muy contadas ocasiones. Iremos desmontando estos mitos en futuras publicaciones de nuestro blog.

• Las consecuencias a corto plazo son, en general, devastadoras para el funcionamiento psicológico de la víctima, sobre todo cuando la persona agresora es un miembro de la misma familia (según el Consejo de Europa entre el 70% y el 85% de los y las menores conocen a sus agresores). Las consecuencias a largo plazo son más inciertas, si bien se da una importante correlación entre el abuso sexual vivido en la infancia y la aparición de alteraciones emocionales o problemas de salud mental en la vida adulta.

La detección temprana es enormemente importante para impedir que se sigan dando situaciones de abuso, con todo lo que ello implica para el desarrollo del niño y la niña.

¿De qué manera puede influir el hecho de haber vivido una experiencia de este tipo?

No todas las personas reaccionan de la misma forma frente a una situación de victimización, ni todas las experiencias comparten las mismas características. El impacto emocional de un abuso o de una agresión sexual va a estar modulado por (Echeburúa y Corral, 2006):

• El perfil individual de quien lo sufre.

• Las características del acto abusivo.

• La relación existente con la persona que comete el abuso.

• Las consecuencias asociadas a su descubrimiento.

Durante todos estos años en los que hemos atendido a víctimas de abuso sexual (niños y niñas, adolescentes y personas adultas) hemos identificado diversas secuelas como: síndrome de estrés postraumático, ansiedad, obsesiones, trastornos de la conducta alimentaria, regresiones (como enuresis, por ejemplo), síntomas disociativos (amnesia, despersonalización, etc.) adicciones, conductas autolíticas, miedos y otros.

La importancia de la revelación

Lo que ocurre cuando se revela el abuso influye en el tipo e intensidad de los síntomas presentados. El apoyo de las figuras cuidadoras (dar crédito al testimonio de la víctima menor y realizar la labor de protección) es un elemento clave para que las víctimas mantengan o recuperen su nivel general de adaptación. Con mucha probabilidad, la sensación de ser creídos es uno de los mejores mecanismos para predecir una buena evolución.

En A Carón intentamos tener esto muy presente, dándole especial importancia a crear un contexto donde la víctima se pueda sentir lo suficientemente segura para hablar sobre lo que ha vivido.

Con las/os más pequeñas/os utilizamos técnicas y estrategias adaptadas a su edad  y a su desarrollo emocional.

Aspectos a tener en cuenta al abordar un caso de Abuso Sexual Infantil 

Siguiendo a Irene V. Intebi, consideramos importante en la atención a víctimas, lo siguiente:

• Tengan la edad que tengan, no debemos justificar ni minimizar lo que han vivido, ya que entender el papel que lo sufrido tiene en las dificultades actuales, así como brindarles estrategias de contención emocional, puede provocar que logren dar un sentido a las experiencias traumáticas de su pasado.

• No debemos “patologizar” a las y los supervivientes. Las conductas que protagonizan en el momento de acudir a nuestra consulta, por lo general, disfuncionales o causantes de un gran malestar, reflejan sus mecanismos adaptativos y de acomodación al trauma vivido. Son “cicatrices” o huellas emocionales.

• Los síntomas y las defensas que presentan fueron la respuesta de afrontamiento que pudieron tener ante la situación de estrés sufrida, protegiéndoles de algo que para ellas y ellos era peor.

• La base de la intervención será el respeto, la empatía y la creencia en su potencial de cambio, teniendo como uno de los objetivos principales la toma de conciencia de lo ocurrido y la integración de los aspectos que puedan estar disociados.

• En el caso de menores víctimas es fundamental la intervención con los miembros de la familia que sean protectores, trabajando con ellos además, el impacto emocional que la existencia del abuso haya causado. Con personas adultas, puede ser conveniente solicitar la colaboración de sus parejas, como factor importante a la hora de lograr la mejora.

En el siguiente vídeo Idoya Jarabo, parte del equipo profesional de A Carón, explica con más detalle nuestro trabajo con víctimas de Abuso Sexual Infantil.